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RICARDO WAGNER ¡EXPLOSIVO, ÉTICO Y ESPIRITUAL!


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Se trata del novísimo Ricardo Wagner (1973), comprometido con una práctica de la imaginación basada esencialmente en el viaje introspectivo y cuyos hallazgos más rigurosos y resistentes, tanto en la pintura como en el dibujo, nos permiten registrar la emergencia de un inesperado repertorio simbólico impregnado de sugestivas y enigmáticas conexiones con la naturaleza, la espiritualidad, el mundo fáctico, lo metafísico, los signos culturales y los espacios de la imaginación en el contexto de la posmodernidad.Fogueándose desde principios de la década de los 90 del siglo XX, mediante una constante participación en eventos, concursos y exposiciones colectivas, presentadas en espacios como la Galería Nacional de Bellas Artes, la Fundación Arawak y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Ricardo Wagner despunta como una nueva personalidad artística ciertamente digna de atención a partir de su primera muestra individual titulada “Entre el Sol y la Tierra”, presentada por la galería Mesa Fine Art en el mes de julio del pasado año.
The Dream
Al presentar dicha muestra, Juan José Mesa observaba con precisión: “Al utilizar las palabras para presentar por primera vez a un artista a veces nos faltan palabras. De igual manera, al comenzar a contemplar el conglomerado de imágenes que conforman la exhibición, a priori vemos una obra realmente bella, con la poética del negro de fondo, magia, nostalgia, esplendor, transgresión, surrealismo…Sin embargo, al profundizar la mirada, vemos una obra en la que el artista se expresa a sí mismo hasta el punto de que su producción es un reflejo singular de su mismo ser, de lo que él es y de cómo es. Así las cosas, podemos asegurar que las obras de arte hablan de sus autores, nos introducen en el conocimiento de su intimidad y revelan la original contribución que ofrecen a la historia de la cultura de sus pueblos”…
En efecto, en la pintura de Ricardo Wagner, la luz, el color y la materia, operan como signos de las energías espirituales de la cultura y la naturaleza. En su producción reciente, advertimos un nervio pictórico diferenciado, una energética volición liberadora que cristaliza en una serie de obras en las que reflexiona profundamente sobre la espiritualidad, el Cosmos, la naturaleza y lo existencial, proyectándose de esta manera como auténtico oficiante del más puro abstraccionismo, mientras que al mismo tiempo se expresa sin estridencias y con asombrosa afectividad, mediante una radical celebración del sistema pictórico representativo.
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A la hora de construir la superficie pictórica, Ricardo Wagner enfatiza en la capitalización del intrínseco potencial explosivo y reactivo del “médium”. La mayoría de los signos, elementos y motivos que vitalizan estas superficies nos remiten a lo informal, lo elemental, la naturaleza, el mundo orgánico y la diversidad de la vida en el planeta Tierra.
Simultáneamente, en su práctica estética se materializa un romance hermosamente productivo con la acuarela y el dibujo en técnica mixta. El dibujo es una rutina rigurosa en el caso de Ricardo Wagner y de ahí que una buena parte de su producción consiste en dibujos y obras sobre papel que nos revelan la fresca intensidad de su reconcentrada personalidad creadora.
Asimismo, en su poética operativa, Ricardo Wagner no procede bajo la influencia de una circunstancia o una situación determinada. “Cada obra tiene su aura, su momento, su signo especifico”… Sin embargo, hablando de sus experiencias en el Ministerio de Agricultura, donde ha trabajado como consultor durante once años, el joven artista se declara dichoso por haber tenido la suerte de tocar lúdicamente las entrañas de su media isla originaria; de subir las montañas, vadear las aguas y recorrer los caminos hacia el encuentro con las comunidades rurales y la gente humilde de su pueblo. Y si a esta experiencia agregamos una niñez y una adolescencia rodeadas de la naturaleza, entonces no será tan difícil desentrañar las raíces del fuerte contenido emocional y existencial de su obra pictórica…
Caos y orden
En síntesis
Ricardo Wagner
Pintor, dibujante, diseñador gráfico, fotógrafo, editor y realizador de televisión, Ricardo Wagner, nace en Santo Domingo, el 16 de marzo de 1973. En 1996 se hace técnico en publicidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Desde 1997 hasta el 2000, realiza una especialidad en Comunicación para el Desarrollo, MA-FAO. Ha realizado numerosos cursos y diplomados a nivel local y en el extranjero, ligados a la fotografía, la realización de documentales y la producción audiovisual. Entre sus más recientes exposiciones colectivas destacan: Bienal Nacional de Dibujo, Galería Nacional de Bellas Artes (2013); “Bienal de Arte Erótico”, Casa de Italia (2014); “Universo de Colores y “Tinta 2014”, Mesa Fine Art (2014); “Generaciones”, Galería de Arte Shanell (2014) y “Entre el Sol y la Tierra”, primera exposición individual en Mesa Fine Art (2014)
Sobre Ricardo Wagner, el Dr. Odalis G. Pérez apunta justamente que “Formado entre la academia y las libertades postacadémicas, el artista ha seleccionado sus símbolos para provocar una lectura vertical y transversal constitutiva de una materia onírica y una conversión formal. Esta conversión de la materia en forma compacta o diluida, traduce un motivo generador de inscripciones reconocidas en la plástica actual con influencias visibles de una productividad de finales de siglo XX y comienzos de siglo XXI”… Sus obras forman parte de prestigiosas colecciones privadas en el país y en el extranjero.



Ilusiones Orgánicas y Sueños

Por:  Odalís G. Pérez

Ricardo Wagner es un artista plástico, diseñador gráfico y artegrafísta dedicado a explorar mundos visuales, ligados a la naturaleza mágica y a la búsqueda de lo figural en un contexto de creación abierta.  Las visiones que podemos observar en su obra dibujística y pictórica forman parte de diversas posibilidades de relación en el marco del espacio artístico actual.
Asumiendo una estética agnóstica y sobretodo ligada a impresiones fijadas en la tela como imagen y técnica, el artista se plantea des-cubrir horizontes de lenguaje e interpretación de formas escópicas, logradas mediante procedimientos técnicos usados en la postvanguardia y en cardinales reflejadas en el espacio onírico de su obra.  Ricardo Wagner (16 de marzo de 1973), camina por superficies evanescentes y núcleos figurales donde la línea existencial parece configurarse mediante ciclos espaciales y temporales.
Formado entre la academia y las libertades postacadémicas, el artista ha seleccionado sus símbolos  para provocar una lectura vertical y transversal constitutiva de una materia onírica y una conversión formal.  Esta conversión de la materia en forma compacta o diluida, traduce un motivo generador de inscripciones reconocidas en la plástica actual con influencias visibles de una productividad de finales de siglo XX y comienzos de siglo XXI.
El hecho de que este artista rebase los moldes de la academia implica la aceptación de fórmulas , miradas y exploraciones, cuya espacialidad y temporalidad se mantiene en los puntos diferenciales de la complejidad ontológica, asumida por mediación y determinación en la pintura y el dibujo.  Utilizando varios formatos en técnica mixta sobre tela o acrílica sobre tela, acuarela sobre papel, grafito y tinta sobre papel, como es el caso de las obras tituladas Coloso arrodillado, Presencia y Esperando la luz, la imaginería elaborada por el artista produce los efectos signográficos de un cuerpo mítico ligado también a una búsqueda intensiva del sentido.
Todo aquello que el artista activa como forma composicional se encuentra involucrado en piezas tales como:  Estudio para “censura cósmica”, un dibujo hecho con grafito sobre cartón; a la vez que justificado en las llamadas figuras orgánicas, el mismo precipita, dentro de la relación mano, ojo, los puntos de base de un universo que él asume como cognoscible, ocurrente en el trazado definido en tanto que punto nuclear y como densidad onírica.  De ahí que las estructuras composicionales de las piezas mencionadas entren en la visión del espectador como elemento mágico, espectral multifásico y protonuclear.  El expresionismo figurativo y neofigurativo de nuestro artista parece fijar sus estados en un inconsciente cósmico y en una revuelta metafísica que traduce los diversos estados del ser.
De ahí que las diversas temáticas justificadas en su autoproyecto, reafirmen la necesidad de una mediación comunicativa tendente al manejo explicito de la significaciones plásticas.  Elementos intrauterinos y extrauterinos, formaciones evanescentes, mundos abismales, ojos de la materia, formas sugeridas como fragmentos de cuerpos mágicos, demonios de la materia, definiciones monocromáticas y policromáticas en azul y sepia, en mezcla de verde diluido, rojo degradado, marrón con punteado en sostenidas policromías y apliques mixtos, van constituyendo un nivel de fuga y acento de la imagen pictórica y dibujistica.
Ricardo Wagner tiene una formación polifacética.  Pues en él la fotografía, el audiovisual, la edición y el grafismo, integran cualidades motivadas por un uso especial unificado en órdenes, conexiones figurales y metafigurales.  Una formación multidisciplinaria particularizada en una biografía profesional que va desde la publicidad, la publicación para proyectos de desarrollo, capacitación en materia de diseño y animación; aplicación de la publicidad subliminal, proyectos audiovisuales orientados al trabajo comunitario y a formatos pedagógicos y sociales , lleva al artista a tener una experiencia como sujeto de la diversidad y de la creación.
En los últimos veinte años, la experiencia artística multidisciplinaria ha generado estéticas especiales de condición ecléctica en el Caribe y Latinoamérica, pero a la vez de perfil múltiple como tipo de creación.  Todo esto conlleva a la creación de dispositivos especiales reconocidos en gran parte por los jóvenes artistas que construyen su obra en el Caribe insular y en todo el espacio continental.  La lectura abierta, los ámbitos conformativos de contrastes composicionales, la incursión en espacios formales y en especies estetizantes y comprometidas, permite entrever modalidades expresivas que, en el contexto del expresionismo figurativo y postfigurativo, conducen a intuir modos visibles de creación.
Lo probable y lo improbable ocurren en la línea de estéticas conceptuales, creaciones, visuales, alternativas; líneas perceptivas de desarrollo plástico y fórmulas realizativas de un registro técnico espacializado; bajo una temática elegida y pronunciada en un orden visual justificado como tiempo, espacio y huella de lo imaginario.  En este sentido, el universo transgresivo remite a los orígenes mismos de un quehacer artístico activado por reaciones estimadas e intimadas en el proceso artístico y estético contemporáneo.
La diferencia estéticoartística y biosensible va conquistando cada vez más nuevos horizontes de representación, de suerte que lo que permite entender y extender un proceso de creación, es justamente aquello que niega el fundamento nocional reconocido como alteridad, alternativa y posicionamiento simbólico.
La experiencia artística contemporánea revisitada a través de ciertas miradas culturales y polisémicas, invitan a crear relatos ligados a los orígenes y a los diferentes cuerpos de representación.  En la República Dominicana y en todo el resto del Caribe la artisticidad se convierte en paradigma y antiparadigma de creación, toda vez que a partir de nuevas vertientes, el significante cultural se presentifica como punto figural, extensión neofigural, expresión onírica, sujeto mediacional del ente existencial productivo.
En el caso del artista Ricardo Wagner la alianza politemática y el punto de encuentro con la alteridad y la diversidad, admite diversas singularidades ajustadas a técnicas y formatos ajustados a visiones especulares, fuerzas oníricas cardinales, protofigurales y algunas experiencias postfigurales.  Todo esto se puede explicar por los niveles de establecimiento por formas sígnicas, colorísticas y composicionales visibles en piezas como Civilizaciones (mixta sobre tela), Espacio-tiempo y otras que piden como visión sustantiva un análisis de mensajes visuales justipreciados en la relación artista-espectador.
Así las cosas, la pintura, el dibujo, las acuarelas y otros apliques técnicos, están orientados a presentar detalles de realidad, universo, percepción y peso significativo en cuanto a disposición y organización del espacio plástico.  De ahí la noción de cultura visual y arte visual en contexto.
El trazado, el efecto de real en materia composicional, activa la artisticidad y el orden creacional en forma y en detalle.  Influencias surreales, neoimpresionistas, dadaístas, purovisualistas y pictóricoabstractas, requieren en la obra de Ricardo Wagner una atención dirigida y orientada por parte del espectador.  Toda esto hace posible cierto acercamiento a nuevos modos y nuevas prácticas del pintar y el dibujar en contexto de visión creacional, así como modos de establecer un rango polisémico y significante de creación visual.  De ahí la necesidad de conocer hoy la obra de jóvenes artistas en contextos de creaciones especiales.

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